Tatiana Khodakova
“El descanso es un cambio en las fuentes de fatiga”. Esta cita capta la esencia de la recuperación de forma concisa y precisa. ¿Qué significa realmente esta frase? El descanso no implica necesariamente inactividad total ni aislamiento completo. A menudo, cambiar de actividad — pasar de un tipo de trabajo o tarea a otropuede, por sí solo, brindar descanso y recuperación. Sin embargo, hay un matiz importante: para recuperarte energéticamente, es necesario identificar de qué tipo de actividad estás fatigado y qué recurso energético específico necesitas restaurar.
Cambiar de una actividad a otra no garantiza, por sí mismo, la recuperación total de tu energía. Probablemente hayas vivido un fin de semana que, en teoría, debía ser reparador, pero que te dejó más cansado que antes. Paradoja: no trabajaste, pero el cansancio persiste. ¿Cuál es la razón? Para un descanso efectivo, es fundamental tener claro qué tipo de recuperación energética necesitas.
Los cuatro tipos principales de energía humana:
- Energía física: es la energía del cuerpo necesaria para la actividad física, el movimiento y las tareas
diarias. Depende de la salud física, la nutrición, el sueño y el estilo de vida. - Energía emocional: está relacionada con nuestras emociones y sentimientos. Afecta el estado de ánimo,
la motivación y la capacidad de conectar con los demás. - Energía mental: es la energía que utilizamos para concentrarnos, aprender y resolver problemas.
Depende de nuestra salud mental, del manejo del estrés y de nuestra gestión del pensamiento. - Energía espiritual: se relaciona con nuestros valores, creencias y el sentido de la vida. Nos da dirección y
satisfacción vital.
Estos tipos de energía están interconectados y se influyen mutuamente
Mantener un equilibrio entre ellos es clave para la salud, la felicidad y el éxito.
Ser consciente de cuánta energía has gastado te permite elegir un descanso de calidad y no solo “cambiar de escenario”, como dicen quienes planean unas vacaciones. La atención consciente a nuestros sentimientos es esencial.
¿Cómo aplicar esto en la práctica?
- Analiza tu fatiga: identifica si el cansancio proviene de una actividad intelectual, física o emocional.
- Elige el tipo de descanso adecuado: una vez identificado el origen de la fatiga, elige la forma más adecuada para recuperarte.
El descanso no es un cambio de escenario, sino una restauración de recursos
Recuperación de la energía física
Dormir bien: el sueño profundo restaura el cuerpo a nivel celular, regenera tejidos y fortalece el sistema inmunológico. Se recomienda dormir entre 7 y 8 horas diarias, en un entorno cómodo, oscuro y ventilado.
Buena nutrición: una dieta equilibrada con proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales es esencial. Evita excesos y comida poco saludable.
Relajación activa: leer, escuchar música, meditar o disfrutar de baños con sales. También, masajes, ejercicios de respiración y actividad física moderada ayudan a recargar energía.
Los tratamientos con agua, como la ducha de contraste o el baño con sal marina, ayudan a mejorar la circulación sanguínea y a aumentar el tono del cuerpo.
El masaje es una excelente manera de relajarse y aliviar la tensión muscular. También ayuda a mejorar la circulación sanguínea y linfática, lo que ayuda a restaurar la energía.
Los ejercicios de respiración ayudan a mejorar la ventilación pulmonar y a oxigenar la sangre, lo que conduce a mayores niveles de energía.
Resolver múltiples problemas a la vez agota rápidamente los recursos mentales. La falta de energía mental se manifiesta en cansancio, irritabilidad y desmotivación.
Recuperación de la energía mental
Dormir bien: durante el sueño, el cerebro procesa la información recibida durante el día y se prepara para nuevos desafíos.
Actividad física ligera, como caminar. Una caminata corta al aire libre puede hacerte sentir lleno de energía y lúcido.
Técnicas de relajación: meditación, yoga, respiración profunda.
Tiempo para pasatiempos que proporcionen placer y descanso mental.
Interacción con personas que inspiran y apoyan.
Recuperación de la energía emocional
Cada interacción consume energía emocional. A veces, incluso estar con seres queridos puede agotar, especialmente si tu trabajo implica mucha socialización.
Actividad física (libera endorfinas)
Meditación y atención plena (estar presente)
Ejercicios de respiración: la respiración profunda y lenta ayuda a aliviar la tensión y calmar el sistema nervioso. La actividad creativa promueve la producción de endorfinas y mejora el estado de ánimo.
Actividades creativas
Caminatas al aire libre: la naturaleza ayuda a relajarse y restablecer el equilibrio emocional.
Aromaterapia: el uso de aceites esenciales puede ayudarle a relajarse y mejorar su estado de ánimo
Música: Escuchar tu música favorita puede ayudar a aliviar el estrés y aumentar los niveles de energía.
Risa: La risa es una excelente manera de aliviar el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Recuperación de la energía espiritual
Se agota al actuar contra tus valores o enfrentarte a entornos hostiles. Se restaura a través del contacto con lo bello, lo significativo y lo trascendente.
Meditación y mindfulness: La meditación es una práctica que ayuda a calmar la mente, centrarse en el momento presente, lograr el equilibrio interior y una mayor concentración.
Yoga, qigong, tai-chi: El yoga combina ejercicio físico, técnicas de respiración y meditación. Ayuda afortalecer el cuerpo, mejorar la flexibilidad y aliviar la tensión. Otras prácticas físicas como el qigong y el tai chi también pueden ser útiles para restaurar la energía espiritual.
Paseos en la naturaleza: Conectarse con la naturaleza es una excelente manera de recargar pilas y encontrar inspiración. Caminar por el bosque, el parque o la orilla del agua ayuda a aliviar el estrés, mejorar el estado de ánimo y sentirse conectado con el mundo que lo rodea.
Actividades creativas (arte, música, escritura): Participar en actividades creativas como dibujar, escuchar música, bailar o escribir te ayuda a expresar tus emociones, liberar tu potencial y disfrutar del proceso. El arte puede ser una fuente de inspiración y renovación espiritual.
Lectura y autoeducación: Leer libros, aprender cosas nuevas y desarrollar tus habilidades ayuda a ampliar tus horizontes, estimula la actividad mental y aporta una sensación de satisfacción.
Conexión con seres queridos: El apoyo y la comprensión de los seres queridos juegan un papel importante en la restauración de la energía espiritual. Conectarse con amigos, familiares y personas con ideas afines le ayuda a sentirse parte de algo más grande y a obtener el apoyo que necesita.
Ayudar a otros (voluntariado, caridad): Ayudar a otras personas es una excelente manera de sentirse importante, encontrar significado y experimentar emociones positivas. La caridad puede ser una fuente de satisfacción espiritual y de alegría.
Prácticas espirituales y religiosas: La oración y la visita a un templo pueden ayudarte a encontrar la paz, fortalecer tu fe y recibir guía espiritual.
Poner en práctica tus valores, aspiraciones y metas da dirección y apoyo interior. La armonía entre tu mundo interior y exterior hará tu vida más plena y feliz.
Recuerda: cada persona es única. Lo que funciona para otros puede no servirte a ti. Recuperar la energía es un proceso individual. Atrévete a explorar y encuentra tu propio camino hacia el descanso energético.
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Татьяна Ходакова
Практический психолог
Интегративный подход